El Dios del viento es un Deva de la naturaleza, un Malachim del mundo causal, un genio del movimiento Cósmico. En otros términos Ehécatl es uno de los reyes angélicos del mundo espiritual de la naturaleza, y es indudable que bajo su dirección, trabajan en nuestro planeta Tierra billonadas y trillonadas de silfos aéreos.
"A los elementales del aire se les designa con el nombre de Silfos. Estas criaturas del aire parecen niños pequeños muy hermosos con rostros sonrosados como la aurora." Samael Aun Weor, Mirando al Misterio.